El doctor José Vicari con más de 27 años en el mundo de cirugía plástica y experto en túnel carpiano,

nervio, hueso, músculo, tendón, ligamento y vasos del miembro superior, nos habla sobre las

alternativas terapéuticas que tiene cada paciente para el síndrome del túnel carpiano. (RECUADRO)

El síndrome del túnel carpiano es producto de la compresión del nervio mediano a nivel del canal

carpiano en la muñeca y es la compresión nerviosa periférica más común. Se presenta con más

frecuencia después de los 30 años y las mujeres son más afectadas que los hombres en una

proporción de 3-1.

La compresión del nervio mediano provoca trastornos sensoriales y motores, así como dolor en la

mano, el brazo, o ambos. Su diagnóstico se hace sobre la base de los síntomas, los signos y pruebas

diagnósticas. A veces, esta neuropatía puede ser asintomática y en ocasiones los estudios de

conducción del nervio mediano normales. La mayoría de los casos son idiopáticos y también se

asocia con numerosas enfermedades sistémicas como la artritis reumatoidea, el hipotiroidismo, la

diabetes mellitus, la acromegalia, la gota, éstas deben ser tratadas primero, aunque esto

habitualmente no asegura la desaparición de los síntomas.

El tratamiento inicial implica reposar la mano y la muñeca afectada durante al menos dos semanas,

evitar actividades repetitivas que empeoren los síntomas e inmovilizar la muñeca con férula para uso

nocturno y diurno. Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento tratan de restaurar el

movimiento del nervio mediano que se encuentra afectado. Si hay inflamación agregada se puede

aplicar compresas frías para mejorar la sintomatología.

El tratamiento mediante las infiltraciones locales de corticosteroides se usa en los pacientes con

síndrome del túnel carpiano leve a moderado, de corta evolución y que no mejoran después del

tratamiento con férulas de inmovilización. Este tratamiento disminuye la inflamación de los tejidos

circundantes al nervio mediano y recupera la funcionalidad de la mano afectada proporcionando

una mejoría en los síntomas al menos durante un mes después de la inyección.

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como la aspirina, el ibuprofeno y otros

calmantes del dolor, pueden ayudar a aliviar los síntomas que han estado presentes por un corto

tiempo o consecuencia de una actividad repetitiva. Los diuréticos orales pueden disminuir la

inflamación y la vitamina B6, no ha demostrado que produzca una mejoría importante del síndrome

del túnel carpiano. Los corticosteroides tomados por vía oral pueden aliviar la presión en el nervio

mediano y proporcionar un alivio temporal, de manera más clara que los medicamentos descritos

anteriormente. Sin embargo, la eficacia de los corticoides orales es menor que la de las infiltraciones

locales de corticosteroides. Los tratamientos con acupuntura o mediante quiropraxia han

beneficiado a algunos pacientes, pero su verdadera eficacia no ha sido comprobada.


El yoga ha demostrado que reduce el dolor y mejora la función de la mano en los pacientes con

síndrome del canal carpiano. Algunos estudios muestran beneficios con el tratamiento con el

ultrasonido, ejercicios de deslizamiento del nervio, la movilización de los huesos del carpo y la

terapia magnética para personas con síndrome del túnel carpiano, pero no son tratamientos

habituales.

La laserterapia y la estimulación eléctrica pueden ser efectivas en la mejora de los síntomas a corto o

largo plazo en pacientes con síndrome del túnel carpiano, pero se necesita seguir investigando al

respecto.

En el tratamiento del síndrome del túnel carpiano durante el embarazo se recomienda como

primera opción el uso de férula de inmovilización nocturna, en la mayoría de los casos, los síntomas

se suelen resolver de forma progresiva después del parto.

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